La comarca de Cuencas Mineras, situada en la zona central de la provincia de Teruel (Aragón), debe su nombre a la importancia histórica de la actividad minera en su territorio. Con una superficie aproximada de 1.400 km² y una población que ronda los 8.000 habitantes (2024), su densidad demográfica es de las más bajas de España, reflejo de los procesos de despoblación que han afectado a la zona desde mediados del siglo XX.
Las primeras evidencias de poblamiento en Cuencas Mineras se remontan al Neolítico, con asentamientos que aprovechaban los recursos del entorno. Durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, la zona formó parte de los territorios celtíberos. Existen restos íberos en localidades como Utrillas, Montalbán y Aliaga.
Con la romanización, la comarca se integró en la provincia Tarraconense. Ya entonces se explotaban recursos minerales, principalmente hierro, cobre y plomo. Varios tramos de calzadas romanas y asentamientos menores evidencian una actividad económica vinculada a la minería y la metalurgia.
Tras la invasión musulmana en el siglo VIII, el territorio quedó bajo dominio del Emirato y luego Califato de Córdoba. A partir del siglo XI, con la expansión cristiana, fue incorporándose a la Corona de Aragón, en particular tras las campañas de Alfonso I el Batallador.
Durante el periodo medieval se organizaron señoríos y encomiendas, y muchos núcleos crecieron en torno a castillos o fortalezas, como en Montalbán, que llegó a tener un importante castillo templario. Se establecieron villas como Escucha, Utrillas, Aliaga o Castel de Cabra, con fueros y privilegios que fomentaron su crecimiento.
Durante los siglos XVI al XVIII, Cuencas Mineras vivió una etapa de crecimiento económico moderado, gracias a la agricultura, la ganadería y, en menor medida, la minería artesanal. En esta época ya se extraía carbón lignito, aunque de forma muy rudimentaria.
La minería fue regulada por la Real Ordenanza de Minería de 1783, que marcó el inicio de una explotación más sistematizada en la comarca.
A partir de mediados del siglo XIX, Cuencas Mineras se transformó profundamente con el auge de la Revolución Industrial y la demanda de carbón para las fábricas, los ferrocarriles y la industria militar.
En 1870, comienzan las primeras explotaciones industriales de carbón lignito en Utrillas, Escucha y Montalbán.
En 1904, se crea la Compañía Minera de Sierra Menera, que fue clave en la historia minera de la comarca.
A comienzos del siglo XX, se construyen líneas de ferrocarril como la Utrillas-Zaragoza, que facilitaban el transporte de minerales.
La población creció rápidamente, atrayendo mano de obra de otras regiones. A finales del siglo XIX, localidades como Utrillas llegaron a superar los 5.000 habitantes.
Durante el primer tercio del siglo XX, la minería era el motor económico de la comarca. Se abrieron decenas de minas, muchas a cielo abierto, y se construyeron poblados mineros.
En 1932, la Segunda República nacionalizó algunas explotaciones y trató de mejorar las condiciones laborales.
Tras la Guerra Civil (1936-1939), la comarca sufrió represalias y la economía quedó estancada. No obstante, durante el franquismo, la minería se reactivó para abastecer el desarrollo industrial de España.
En los años 50 y 60, Cuencas Mineras vivió su época de máximo esplendor minero. Utrillas y Escucha contaban con escuelas, hospitales, cines y otros servicios promovidos por las compañías mineras.
Población máxima histórica: +15.000 habitantes en la comarca hacia 1950.
Empleo en minería (años 60): hasta el 70% de la población activa.
Producción de lignito: más de 1 millón de toneladas anuales en el periodo 1955–1970.
A partir de los años 70 y 80, el lignito comenzó a perder competitividad frente a otras fuentes de energía más eficientes y menos contaminantes.
En 1984, se cerraron varias minas de gran tamaño.
En 1990, la Compañía Eléctrica de Escucha cesó su actividad.
En 2001, se clausuró definitivamente la línea de ferrocarril Utrillas-Zaragoza.
El declive minero provocó un fuerte éxodo rural, una pérdida de empleos y la desertización económica del territorio.
Desde la década de 2000, Cuencas Mineras ha iniciado una reconversión hacia el turismo, el patrimonio industrial y la sostenibilidad.
Museo Minero de Escucha: abierto en una mina real visitable a 200 metros de profundidad, con miles de visitantes anuales.
Parque Geológico de Aliaga: uno de los espacios geológicos más relevantes de Europa, declarado Lugar de Interés Geológico Internacional.
Plan MINER: ayudas del gobierno central y de la UE para la reactivación de zonas mineras.
Población: aprox. 7.800 habitantes.
Municipios: 30, siendo Utrillas la capital comarcal.
Economía: basada en servicios, turismo rural, energías renovables y pequeña industria.
La comarca de Cuencas Mineras forma parte del proyecto “Teruel Existe” y de las zonas de actuación del Plan Nacional frente al Reto Demográfico. También se han desarrollado proyectos piloto de hidrógeno verde y energía eólica en la zona.
La revalorización del patrimonio minero, la promoción del geoturismo y el trabajo por mantener la identidad cultural e industrial de la comarca son elementos clave para un futuro más sostenible.